domingo, 14 de diciembre de 2008

Las papeleras sobre el Río Uruguay y la Educación Tecnológica


Por Gustavo Gennuso












Dicen los cronistas que fueron los chinos los que inventaron el papel como tantos otros inventos orientales a los que la historia oficial se los adjudica un occidental, de preferencia anglosajón. ¿Sabrían aquellos chinos que la demanda de papel en el mundo iba a ser de tal magnitud que dos remotos países de América del Sur hoy se enfrentan por la instalación de papeleras?

Para aquellos que coincidimos con una América como Patria Grande, con la unidad de los pueblos que buscan un destino común no puede dejar de dolernos este enfrentamiento entre uruguayos y argentinos.

A fuerza de cortes de ruta, aparición en los medios, marchas, discursos presidenciales, el tema nos fue llegando a todos los lugares del país. Y queramos o no vamos formándonos una opinión: “Que la papelera no”. “Que si, pero que cuiden el medio ambiente”. “Que tal vez”. Y del otro lado del río lo mismo para los hermanos uruguayos con sus propios planteos “Que los puestos de trabajo” Que las empresas son serias” “Que queremos un país industrializado”…

Pero seamos honestos: ¿Como ciudadanos tenemos independencia para opinar? ¿Opinamos con voz propia? (o a través de lo que nos dicen los pretendidamente expertos) ¿Sabemos como buscar información que nos de libertad a nuestra opinión? (o ya me la dan procesada y clasificada). ¿Podemos mantener un debate serio?

Los que opinamos que la Tecnología es un área de estudio escolar tan importante como cualquiera de las demás, pensamos que los interrogantes anteriores tendrán respuestas positivas en la mayoría de los casos en tanto y en cuanto la formación curricular en tecnología este presente en la formación de ciudadanos dntro del sistema educativo.

Educación tecnológica mediante, un niño o niña de nivel inicial, para no ir más lejos, reconocería que todo producto de la técnica - como el papel - se realiza a través de un proceso cuyas operaciones unitarias, más allá de las máquinas o herramientas utilizadas, se viene repitiendo a través de los años. Podrían saber cuales son los insumos de este proceso y preguntarse de dónde se sacan los árboles para hacer el papel. Podrían cuestionarse acerca del uso del papel en forma indiscriminada.

Ese mismo niño o niña de nivel inicial ya podría preguntar si esta tecnología es conveniente o inconveniente para ellos, para sus papás o para sus hermanitos. También empezará a poner en duda que si destruimos el medio ambiente un invento del Laboratorio de Dexter o de Jimy Neutrón puedan solucionarlo.

Un niño de EGB3, para irnos al otro extremo, será capaz de entender el problema desde una mirada sistémica que va mucho más allá de la producción de papel. Reflexionará sobre que el papel es un producto desarrollado por el ser humano dentro de una cultura particular sustentada por la comunidad específica a la que pertenece. Se cuestionará si esa cultura puede prescindir del papel o usarlo de otra forma. Podrá comparar procesos técnicos en la producción del papel con herramientas simples. Conocerá - o tendrá herramientas para hacerlo- cómo ha ido cambiando la tecnología de la producción de papel y lo que eso implica. Tendrá una concepción que reconoce que el hombre transfiere al mundo artificial tareas, funciones y conocimientos como parte del cambio técnico y que, por ejemplo, las máquinas modernas o las grandes industrias como las papeleras terminan siendo el resultado del conocimiento de una elite con la valoración de las consecuencias sobre lo que esto acarrea. Podrá tener entonces, una actitud activa hacia la técnica. Podrá incluso pensarse como productor de tecnología. Tendrá herramientas para, sin ser un técnico, poder opinar en forma consistente sobre el tema. No se limitará simplemente a seguir el dictado de las opiniones corporativas.

¿Estamos exagerando? No, no lo creo. No estamos diciendo que la tecnología sea el centro del sistema educativo, sino que es un espacio que no puede estar ausente en la curricula escolar.

Volvamos al nivel inicial. ¿Cómo trabajaría este tema con los niños? Hay muchas maneras dentro de la mirada de la Educación Tecnológica. Elijamos alguna.

En el trabajo que hacemos en el nivel inicial los niños van tomando conciencia que cada proceso esta compuesto por una sucesión de operaciones. Por ejemplo si hacen una cajita de papel u cartón ven que hubo dos operaciones principales: “cortar y unir”, independientemente de lo que hayan usado para cortar y para unir. También pueden ver que si en vez de una cajita hacen un sombrero de papel, el proceso puede contener las mismas operaciones. Incluso trabajamos la operación de cortar, jugando a hacerlo con distintos soportes (tijera, serrucho, alicate, etc.) con el objetivo de reafirmar la relativa independencia entre soporte y operación (lo mismo puede hacerse con “unir”). También pueden distinguir entre dos procesos aunque estos estén relacionados. Por ejemplo, el proceso de preparar la tierra y el de sembrar o plantar.

Dicho esto, pasemos a trabajar los contenidos que nos permitirán relacionar el tema de las “pasteras – papeleras” en el río Uruguay. Debemos reconocer de antemano como docentes que hay dos procesos independientes en juego “la producción de pasta de celulosa” y “la producción de papel”

Contenidos a trabajar

Operaciones – Diferenciar procesos – Insumos, productos y residuos

Por razones de espacio obviaremos aquí las actividades realizadas para trabajar los conceptos previos así como el detalle de la planificación de trabajo (para más detalle ver Gustavo Gennuso, Educación Tecnológica en el Nivel Inicial ¿una propuesta posible “ 0 a 5” , Nro. 32, Ediciones Novedades Educativas) .

Propondremos como actividad central una situación problemática que problematice los contenidos antes descriptos.

Se coloca en las mesas harina, agua, témperas y se les dice a los niños que necesitamos hacer unos recipientes para guardar los pinceles del mismo modo como guardamos los lápices. Los recipientes deben ser de color rojo (o cualquier otro). Por la dinámica del nivel los niños están familiarizados con hacer masas coloreadas.

Antes de empezar a trabajar discutimos lo que vamos a hacer. Seguramente vamos a concluir con los niños que primero hay que hacer la masa de color y luego el recipiente (dos procesos relacionados, pero independientes). Proponemos entonces hacer la masa.

Una vez terminada la masa trabajamos a modo de charla las siguientes cuestiones

¿Qué usamos para hacer la masa?

¿De dónde proviene la harina? ¿Quién siembra el trigo? ¿Puede haber todo el trigo que nosotros queramos?

¿El agua de donde la sacamos? ¿Para qué más la usamos?

¿Se produjeron residuos en el proceso de hacer la masa? ¿Cuáles fueron?

¿Qué hicimos para hacer la masa? (operaciones)

Insumos: agua, harina, temperas

Proceso: Agregamos (agua y témpera) - mezclamos – Agregamos (agua coloreada a la harina) – amasamos – dejamos repasar

Producto: Masa Coloreada

Residuos: Harina, agua coloreada sucia con harina

Ahora podemos ponernos a hacer los recipientes. Luego de mostrarlos y jugar con ellos también podemos charlar con los niños

¿Qué usaron para hacer el recipiente?

¿Qué tareas (operaciones) hicieron? ¿Cómo fue el proceso?

Insumo : Masa coloreada

Proceso: Separar – amasar – dar forma – dejar secar

Producto: Recipiente

¿Se generaron residuos?

Para resolver esta situación problemática hubo dos procesos independientes, dos productos que tuvimos que obtener.

¿Ahora estamos listos para que el docente pueda hablar de la producción de papel? Si y los animo a hacerlo….les dejamos este desafío a Uds. docentes lectores.

En una enciclopedia -para no complicar- pueden encontrar una descripción del proceso de hacer pasta para papel y papel. También se puede encontrar vía Internet en numerosas páginas, incluida la de la empresa Botnia que es una de las del conflicto (http://www.metsabotnia.com)

Este trabajo sobre los contenidos ¿se encuentra en otras áreas curriculares? ¿Podemos prescindir de ello?

Podríamos haber elegido en este espacio elaborar una crítica detallada a la falta de una propuesta de educación tecnológica en el debate que el Ministerio de Educación ha propuesto para la nueva ley de educación, pero de eso ya se han ocupado brillantemente otros colegas que comparten este lugar.

Podríamos haber dicho que comprender y utilizar las nuevas tecnologías de la información sin enmarcarlas en un proceso de construcción sociocultural que se remonta a la edad de piedra es negarles a los ciudadanos oportunidades de ser agentes transformadores de la realidad.

Sin embargo, optamos por mostrar desde la práctica cotidiana como la Educación Tecnológica contribuye a la formación de un ciudadano protagonista y transformador.

Y ya que empezamos la historia hablando de la cultura del oriente lejano, terminemos con el oriente cercano: Más allá de los debates técnicos y políticos los habitantes de la “banda oriental” son nuestros hermanos y según el Martín Fierro “si los hermanos se pelean los devoran los de afuera”….. Y agrego, es la fraternidad, solo la fraternidad individual y colectiva la que va a hacer de este mundo un mundo sustentable , donde puedan desarrollarse esta y las futuras generaciones

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